Según domo.com (puedes ver la información en mi escrito anterior más abajo) cada minuto del
día el buscador de Google recibe 4 millones de consultas; en Fecebook se comparten 2 millones 460 mil cosas distintas;
se envían 277 mil Tweets; se suben 216
mil fotografías a Instagram; los
usuarios de Apple descargan 48 mil aplicaciones; Amazon vende $ 83,000 dólares… Al cabo de 1440 minutos o, en términos más
sencillos, al finalizar cada día, el movimiento de información que circula por
la red se vuelve inimaginable.
En Internet todos somos al mismo
tiempo productores y consumidores de la información que se genera y distribuye
cada día y es por eso que deberíamos preguntarnos con mayor frecuencia si
sabemos distinguir los contenidos valiosos de aquellos que no lo son tanto o,
simplemente no lo son, pues ante semejante
cantidad de información no podemos pretender que toda sea igualmente confiable
o valiosa.
Aunque los más pequeños son los
que con mayor facilidad pueden caer en la trampa de quienes por medio de
Internet persuaden y engañan para conseguir sus fines, los adultos no estamos
exentos de ello y no es poco frecuente que seamos los mayores quienes
contribuyamos a difundir cadenas, noticias, recomendaciones, promociones, etc
que no tienen fundamentación real.
En las conversaciones diarias es frecuente
encontrarse con niños, adolescentes y también adultos que afirman o niegan
cosas simplemente porque lo han leído en Internet: la muerte de un artista, una
promoción comercial; información científica, una oportunidad para participar en
un evento, un chisme político, etc.
En un mundo altamente comunicado
e inundado de información se vuelve necesaria una actitud crítica frente a lo
que leemos y recibimos por la red. Para aquellos que además son padres o se
dedican a la educación se presenta un reto: inculcar en los hijos o educandos esta
actitud.
A continuación te comparto
algunas buenas prácticas que te ayudarán en tu esfuerzo por hacer un mejor uso de
Internet y ayudar a tus hijos a hacerlo:
- Aprende a distinguir los sitios serios, de aquellos que no lo son.
- Adquiere el hábito de cotejar la información en al menos dos o tres fuentes confiables antes de hacer uso de ella o difundirla.
- Es importante que no caigas en la fácil tentación de re-enviar todo lo que te llega y suena interesante.
- No entres en contacto personal con desconocidos con los que entraste en contacto por la red.
- Para evitar ser víctimas de fraude, antes de realizar un pago electrónico asegúrate que tratas con una compañía confiable. En el caso de los niños, deben saber que antes de realizar una transacción electrónica deben preguntar a un adulto.
- Se consciente de que así como existe mucha gente que obra bien en la red también hay otros que están ahí para hacer daño p/ej las redes de pornografía infantil. De esto hay que hablar también con los más pequeños para que aprendan a distinguir y no sean ingenuos.
- Finalmente, evita contribuir a inundar el espacio digital con información intrascendente, falsa o sin utilidad. Seamos respetuosos del tiempo de los demás subiendo contenidos e información que realmente sean de utilidad.
¿Te has encontrado información falsa en Internet? ¿Cómo te has dado
cuenta del engaño?
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