Me llegó esta viñeta que además de sacarme una sonrisa me puso a pensar en el lugar que colocamos el teléfono celular en nuestra vida diaria. Ahora es nuestro invitado en prácticamente todas las comidas. Un invitado a comer tiene derecho a participar de la conversación pero, si es educado, sabrá hacerlo con moderación y dando la palabra a los demás. ¿No les ha pasado que muchas veces se convierte en el protagonista que deja hablar a los demás captando de lleno nuestra atención? ¿Qué experiencias tienes tú?
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